Friday, September 15, 2006

Etnografía en el siglo XXI: estatuto, relevancia y método

La etnografía es, sin duda, uno de los productos más importantes de la labor del antropólogo social. Mediante el trabajo etnográfico, los antropólogos exponen detalles relevantes de las culturas o sociedades a las que se aproximan. Ahora bien, desde sus inicios, el trabajo etnográfico, en cuanto producto de la labor de los antropólogos, ha estado bajo contínua revisión. La intención última parece ser esta: la etnografía debe estar "a la altura de las circunstancias". Tal labor de revisión se ha visto incrementada desde la segunda mitad del siglo pasado, luego de las profundas transformaciones culturales que se han cristalizado en un mundo que diversos autores, sobre todo filósofos, llaman posmoderno. Desde el punto de vista de la cultura, el horizonte posmoderno se manifiesta en "la existencia de las comunidades y personalidades múltiples", en palabras de Jacorzynski. ¿A qué se refiere dicha expresión?

Si en política, por ejemplo, se ha redefinido el concepto tradicional de Estado (aquella unidad política suficientemente delimitada por instituciones y fronteras bajo el mandato de un cuerpo de gobierno) y, en economía, la globalización ha borrado las fronteras del comercio y las transacciones de capital financiero, en la cultura se ha operado durante los últimos años un fenómeno similar: las fronteras se borran, las sociedades se abren y se permeabiliza el sustrato cultural de los pueblos, a tal punto que se da una coexistencia de elementos de diferentes culturas. De este modo, en pleno siglo XXI, es prácticamente imposible para los antropólogos encontrar un pueblo o una comunidad que preserve incólumemente su sustrato cultural. El influjo de elementos culturales "externos" problematiza la labor del antropólogo. ¿De qué modo?

La continua interacción entre las culturas replantea el trabajo etnográfico en tanto que éste debe responder a esta nueva dimensión. La etnografía, por así decirlo, debe abrirse no sólo a la descripción de dichas manifestaciones, sino a la interpretación de las mismas. Deberá responder, de algún modo, a las preguntas por el cambio cultural, la multiplicidad de voces en el concierto del diálogo intercultural, lo que pese a los cambios permanece como sustrato, entre otras. Así, pues, la etnografía en el siglo XXI debe estar "a la altura de los tiempos", redefiniendo su papel como medio de conocimiento e interpretación de las culturas en una época de constantes cambios. Más que un catálogo de peculiaridades de una cultura o sociedad determinada, la etnografía debe servir de germen para el diálogo intercultural: asumiendo lo propio (lo local) para dialogar con "los otros".

En el sentido expuesto, el trabajo etnográfico es una poderosa herramienta que posibilita no sólo un avance para las ciencias sociales --como llave de acceso al conocimiento y comprensión de las diferentes culturas y sociedades--, sino que es condición de posibilidad para el establecimiento de un diálogo intercultural, que se traduzca en la asunción de valores como el respeto y la tolerancia, en un mundo caracterizado por la hegemonía cultural de ciertos grupos dominantes en todos los ámbitos de la cultura. Así las cosas, la etnografía no sólo posee un valor epistemológico, sino ético, si es llevada hasta sus últimas consecuencias.

La anterior premisa anuncia el carácter dialógico que debe emprender el método de una etnografía que se precie de estar a la altura de los tiempos. El diálogo, pues, parece ser el primer elemento metodológico a considerar por el antropólogo social que se acerque a una determinada comunidad, sociedad o cultura. El antropólogo debe asumir que su voz es una voz más en el concierto de las culturas que, como ya hemos dicho, se encuentran en constante cambio y redefinición. El diálogo abierto y responsable, de algún modo, debiera conducir al respeto por "el otro", a su reconocimiento. En definitiva, la etnografía en pleno siglo XXI debe ser el producto final de un camino de diálogo entre las culturas.

3 Comments:

At 5:55 PM, Blogger Ron said...

Si Tedlock y otros nos enseñan como generar una etnografía 'dialógica', queda la pregunta ¿cómo puede ser la etnografía una herramienta para facilitar el diálogo?

 
At 6:27 PM, Blogger Ron said...

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At 6:28 PM, Blogger Ron said...

"la etnografía no sólo posee un valor epistemológico, sino ético, si es llevada hasta sus últimas consecuencias."

O sea, ¿Cuáles serían esas consecuencias?

 

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